martes, junio 24, 2014

[Sin título]


todos los partos eran iguales, la piel se separaba del hueso
no era lepra, sin embargo sí una enfermedad antigua. la herida siempre al descubierto; gusanos, moscas y los consejeros delegados del terror adecuaban sus larvas en la parte más acogedora del fluido, que como pequeños embalses conservaban los orificios causados por las balas.
tú todavía preguntabas por qué, y olvidas que es incomprensible, pero por qué el instinto de la lágrima



Gsús Bonilla, Comida para perros