viernes, enero 04, 2013

Naturaleza muerta con pájaro carpintero, de Tom Robbins



Si esta máquina de escribir no lo consigue, entonces a tomar por culo: es que no puede hacerse. Así empieza el prólogo de esta novela-locura de Tom Robbins, autor del que en España sólo se habían traducido La danza de los siete velos y También las vaqueras sienten melancolía (adaptada por Gus Van Sant al cine: Ellas también se deprimen, con Uma Thurman), pero hasta ahora no había tenido suerte. Y eso que en Estados Unidos es un escritor de culto, alabado por Fernanda Pivano e incluso Thomas Pynchon, con cuya obra guarda algunas conexiones. No es fácil explicar esta novela, plagada de inventiva, de situaciones disparatadas y de personajes estrafalarios. Lo mejor es adentrarse en ella y dejarse llevar. Advierto, a quienes prefieran una línea narrativa más realista o más autobiográfica, que se aparten de ella: dudo que les guste. Os dejo con el arranque del primer capítulo, todo ello gracias a la estupenda traducción de Rubén Martín:

En el último cuarto del siglo XX, en una época en que la civilización occidental degeneraba demasiado rápido para acomodarse pero no lo suficiente como para que eso fuese algo excitante, la mayor parte del mundo se encontraba en el borde de una butaca cuyo precio se incrementaba por momentos, esperando –con diferentes combinaciones de espanto, esperanza y hastío– a que algo memorable sucediese. Algo memorable iba a ocurrir muy pronto, el inconsciente colectivo al completo no podía estar equivocado, pero ¿qué sería? ¿Se trataría de algo apocalíptico o revigorizador? ¿La cura para el cáncer o una explosión nuclear? ¿Terremotos en California, abejas asesinas en Londres, árabes en la Bolsa, vida creada en un laboratorio, o un ovni en el césped de la Casa Blanca? ¿Le iba a crecer un bigote a la Mona Lisa? ¿Caería el dólar?


[Traducción de Rubén Martín Giráldez]