miércoles, junio 22, 2011

Amor de madre

2 bicicletas estáticas en visible estado de deterioro. 

una pizarra, blanca, como un terrón de azúcar. 

un televisor, apagado. 

un paciente, intentando hacer un solitario. 

y mi madre y yo, 
al final del pasillo, en la sala de espera. 

y mi madre: 

¿qué hiciste tú para merecer esto? 

y se echa a llorar: 

si pudiera me cambiaría por ti 

la miro. 

mi madre. 

todas las madres. 

las únicas que lloran. 

nadie más. 


David González, Sparrings