miércoles, septiembre 22, 2010

El americano


Anton Corbijn hizo un buen trabajo en la película Control. Aunque El americano parezca algo ya de sobra conocido (el sicario que se plantea cambiar de vida), es en las formas donde Corbijn dota a su filme de personalidad: esas tomas de George Clooney en solitario, ese ritmo lento, esas vistas desde el aire en plan western, esas elipsis que nos obligan a imaginar lo que habrá pasado… El propio director dice que su influencia han sido los westerns de Sergio Leone (hay una referencia clara cuando Clooney está en un bareto y en la tele ponen Hasta que llegó su hora). Pero yo encuentro más conexiones con un título mítico del cine francés: El silencio de un hombre, que protagonizaba Alain Delon. Corbijn, junto al buen oficio de Clooney, ha hecho una película sobre la soledad del asesino, sobre la culpa y el pecado, sobre el miedo a que la muerte te encuentre en una esquina. Anoto lo que dijo el afamado crítico Roger Ebert: Esta es una película apasionante, con la concentración de un drama japonés. No está mal. Aunque no tiene el nivel de Control.