lunes, julio 05, 2010

El púgil en reposo, de Thom Jones



Si me preguntaran por qué no había leído hasta ahora al norteamericano Thom Jones, diría que la respuesta es simple: los tres libros traducidos en España (por Muchnik) no son fáciles de encontrar; como es habitual, están agotados o descatalogados. Pero por fin he conseguido dos de ellos. El púgil en reposo, el que nos ocupa, contiene once relatos (casi todos, creo, autobiográficos) que reflejan el caos de la vida del propio autor: sus protagonistas son soldados en periodo de formación, boxeadores medio sonados, guerrilleros en Vietnam, enfermos de cáncer, médicos que tratan a yonquis y alcohólicos… La prosa de Jones es guerrera, te sacude tanto como los ganchos que él mismo asestaba en el ring, y todas estas historias están presididas por la influencia de la filosofía de Nietzsche y Schopenhauer. Un trozo:

¿Ha mejorado el hombre desde los tiempos de Teógenes? El mundo está lleno de maldad. No voy a recurrir ahora a la tan manida costumbre de sacar a colación la Inquisición, el Holocausto, a Stalin, a los Jemeres Rojos, etcétera. Ocurre en nuestra propia casa. En el siglo XX, Estados Unidos es una de las naciones más prósperas de la historia desde un punto de vista material. Pero démonos un paseo por una prisión estadounidense, por un asilo de ancianos, por los barrios marginales donde la gente sin techo vive en cajas de cartón, por un hospital oncológico. Vayamos a una reunión de veteranos de Vietnam, o a una de Alcohólicos Anónimos, o a una de Glotones Anónimos. “Cuán vacua e irreal es la vida, cuán decepcionantes son sus placeres, qué aspectos más horribles tiene”. ¿No parece el mundo más bien un infierno, tal y como señalara Schopenhauer; el lúcido visionario que tanto ha contribuido a transformar mi sufrimiento en objeto de mis reflexiones? Lo han llamado pesimista y lo han anatomizado, pero en sus páginas he encontrado la paz y el camino de mi renovación.


[Traducción de Adan Kovacsics]