lunes, septiembre 29, 2008

Hay que cuidarlos

Para quienes admiramos a ciertos escritores ya fallecidos, cuando recuperan en España obras que no habían traducido nos embarga una alegría que no sabe nada de esperas, que nos incomoda y nos mantiene en el desasosiego hasta que los textos llegan a las librerías. Se me ocurren ahora mismo algunos ejemplos: el “Libro de jaikus” y el “Libro de esbozos”, ambos de Jack Kerouac (aún no he leído “México City Blues”); las últimas obras de John Fante; el “Gato encerrado” de William S. Burroughs; manuscritos de Ryszard Kapuscinski y de W.G. Sebald… La lista es interminable, dada esa lúcida labor de recuperación de autores que están llevando a cabo numerosas editoriales. Aunque aún falta trabajo por hacer: ojalá alguien rescate a Nelson Algren, autor de “La selva de neón” y “El hombre del brazo de oro”.
Entre las próximas alegrías que nos han dado o nos darán las editoriales está un cuento de Charles Bukowski ilustrado por Thomas M. Müller. Nórdica Libros lo publica en breve con el título en castellano de “Secuelas de una larguísima nota de rechazo”. No es un cuento cualquiera. Se trata de la primera publicación de Bukowski en la revista Story Magazine. Fue en el 44 y el relato se titulaba, en inglés, “Aftermath of a Lengthy Rejection Slip”. En Estados Unidos venden o vendían una tirada limitada de copias firmadas por el propio autor. He estado buscando el cuento en todos mis libros de Bukowski y no lo encuentro por ninguna parte, y tampoco me suena haberlo leído. Supongo que es inédito en castellano. Aún queda mucho por traducir de este autor. No hace mucho publicaron “Noche de escupir cerveza y maldiciones” y “Guerra sin cesar”: un libro de correspondencia y un poemario, respectivamente. La serie de ilustrados de Nórdica es imprescindible, tanto para tenerla en casa como para regalarla; cito algunos títulos: “El festín de Babette”, “Sin contar”, “Las flores del mal” o “Bartleby, el escribiente” (éste último, una de mis relecturas predilectas). La editorial Impedimenta está a punto de darnos otra alegría. A la labor de recuperación de obras de Stanislaw Lem suma ahora un título inédito de Georges Perec: “Lo infraordinario”. Admito que a Perec lo empecé a leer y a disfrutar hace poco. Era raro, distinto y genial. Yo abrí el camino de mis lecturas de Perec con “Me acuerdo”.
Por su parte, en la página web de El Boomeran(g), blog de blogs del grupo Prisa, han colgado un cuento de David Foster Wallace titulado “Buena gente” en su sección “Escaparate de novedades”. El internauta puede descargarlo de forma gratuita e imprimirlo. No se había publicado antes en castellano y aparece ahora en la antología “Los mejores relatos. Narrativa estadounidense contemporánea”. Al estar publicada en Venezuela, me temo que va a ser difícil hacerse con una copia. Y, hablando de DFW, si uno entra en la web The Howling Fantods, puede repasar la cantidad de textos del autor que aún no han sido recogidos en libros. También queda mucha obra de Wallace por traducir en España, empezando por su primera novela. Y no olvidemos que en Minúscula están publicando la traducción completa de “Relatos de Kolimá”, de Varlam Shalámov, una de las mayores alegrías editoriales que he recibido en los últimos tiempos. Hace un año salió el primer tomo, y se me está haciendo eterna la espera de los demás volúmenes. Soy consciente de que esta marabunta de títulos y autores traerá al pairo a muchos lectores del periódico, pero les juro que aún queda gente preocupada por la literatura. Una editora me dijo hace poco: “A los buenos lectores hay que cuidarlos, que escasean”.