viernes, octubre 28, 2005

Recomendación: Mi vida en rose, de David Sedaris



David Sedaris tuvo en Estados Unidos los empleos más disparatados (por ejemplo, fue elfo en unos grandes almacenes). Cuando empezó a contar sus experiencias en la radio saltó a la fama. A partir de ahí escribió su vida a través de relatos.

Mi vida en rose es uno de los libros más divertidos que se pueden encontrar en una librería. Son relatos autobiográficos que se dividen en dos partes: en la primera asistimos a sus devaneos por Estados Unidos; en la segunda se muda a Francia con su nuevo novio. Sedaris era homosexual, pero no un homosexual de esos que utilizan sal gorda en su humor, sino todo lo contrario: sus observaciones siempre son de una finura maestra, muy a lo británico, y, si por algo destaca su prosa, es precisamente por el sabio manejo de la ironía.

Podría destacar dos de esos relatos, muy distintos entre sí: en Grandullón, Sedaris ha sido invitado a una merienda en casa de unos amigos; se levanta y dice que le disculpen, va al lavabo, donde encuentra, flotando en el váter, "el zurullo más grande que he visto en mi vida"; pero tira de la cadena una y otra vez y no se va; a partir de ahí, no sabe cómo cargarle el muerto a otro ni deshacerse del problema, y sus reflexiones son de lo más hilarante. En A oscuras en la ciudad de la luz, relata su vida en París: se pasa las horas en los cines, viendo en pantalla grande clásicos en versión original, y es dentro de esas salas donde empieza a amar la ciudad y sus ventajas.